Hace rato en mi cuenta de twitter mandé el siguiente texto:
"Que clase de justicia es la que se sustenta en descuido y falta de exhaustividad reconocida por el juez de amparo."
Lo anterior debido a una charla que tuve el día de hoy con un Juez de Distrito, respecto a una sentencia dictada en un amparo indirecto y del la cual determinó sobreseer el juicio por actualizarse una causal de improcedencia y ante dicho resultado, decidí expresarle mi desacuerdo en el fallo. Les comparto la experiencia.
Acudí al juzgado, me dirigí a la mesa seis, y le solicité a la persona que estaba ahí si me permitía el expediente; le señalé que ayer se había publicado la sentencia.
La Señorita no fue grosera, sin embargo, la expresión de su cara demostraba que le provoca cierta molestia que la distrajeran de su trabajo. Me entregó el expediente, previamente de verificar que estaba autorizado y me dijo que por allá (señalando con su mano) podía consultarlo.
Me dispuse a leer la sentencia, la cual la considero una burla pues sobreseyó el amparo con base en una causal de improcedencia, que había determinado en un primer juicio el Tribunal Colegiado, no se actualizaba y por ende, ya era cosa juzgada, sin embargo el Juez de Distrito, volvió a resolver en ese sentido. Por ello me formulé la siguiente pregunta ¿Qué clase de Juez firma una sentencia así?
Regresé con la Señorita que me prestó el expediente y le indiqué que quería hablar con el Juez, por lo que, después de titubear un poco fue con el secretario de la mesa y le comento mi petición, a lo cual le indicó que me dijera que pasara con el.
La señorita me dice que pase con el secretario, haciéndolo inmediatamente. Ya adentro en una oficina pequeña donde máximo caben tres personas, le manifesté mis observaciones respecto a la sentencia y las cosas que fueron omitidas como lo resuelto por el Tribunal Colegiado en el primer amparo y que constituía cosa juzgada, a lo que el secretario solo me indicó que la improcedencia la habían tomado de los recientes criterios que sustentaron los Colegiados de ese Circuito y que incluso el Juez, fue el que insistió en reiterarlo, por lo que si quería, podía comentarlo con él, a lo que dije que si quería comentarlo.
Después, me anunciaron con el juez, un hombre que rondaba entre los cincuenta y tanto años; realizando anotaciones, con un escritorio lleno de papeles que revisa, ignorando que sucede en las mesas, archivo o simplemente como atienden al publico, iniciando la charla así:
Juez: Buenas tardes, en que puedo servirle.
Yo: Buenas tardes su Señoría, gracias por recibirme.
Juez: Tome asiento.
Yo: Gracias! El motivo de mi vista es para comentarle de este juicio de amparo * narra los antecedentes*
Juez: Sí, decidí resolver de esa forma porque es el criterio que recientemente han estado emitiendo los Tribunales Colegiados y lo hice mío en la sentencia.
Yo: Perdón su Señoría, estoy de acuerdo que tal vez los Colegiados sustenten un nuevo criterio, sin embargo, en este caso específicamente han determinado que la causal de improcedencia no se configuraba y por ende, no es correcto desconocer lo que ya se había resuelto.
Ahora bien, la intención de hablar con usted, no es para indicarle como debe resolver ni mucho menos, sin embargo, si considero que hubo un descuido y falta de exhaustividad porque no tomaron en cuenta lo que había resuelto el Colegiado, y si quiero que se pongan un poco en el lugar de la quejosa. La señora tiene que estar recurriendo, y promoviendo juicios para frenar el abuso de la autoridad, y cuando se acude al amparo no es para estar abusando de el, si no se busca una solución.
*En este momento el juez está checando el expediente*
Y si quiero decirle si es algo personal, pues han sido dos juicios que se desechan y que posteriormente nos vamos a la queja y ordenan que los admitan, y ahora determina sobreseerlo con una causal de improcedencia, que ya había concluido anteriormente el Tribunal Colegiado que no se configuraba.
Juez: Pues que le puedo decir *hace mueca*
Yo: Se que me puede decir que si estoy inconforme, impugne, pero insisto su Señoría, no se trata de eso, sino de la indiferencia sobre un descuido y ausencia de exhaustividad a la hora de resolver que le pega a los quejosos y que la autoridad a sabiendas de que viola derechos, no es sancionada. Entonces ¿Quién la va a frenar?
Juez: Pues sí, se nos pasó, lo tomaremos en cuenta para la próxima.
Y así, con esas palabras terminé la charla con el Juez de Distrito.
Algunos me dirán que gané con hablar con el Juez; ciertamente no gané nada, sin embargo, le demostré que el que realizó el proyecto de sentencia cometió errores que seguramente en la revisión saldrán a la luz. Así mismo, quedo claro que firma sentencias sin leer el expediente.
Lo que les comparto no me asombra, ni mucho menos busco ser dramático, simplemente quise resaltar el hecho de que malos juzgadores, no solo en el fuero común, también los hay en el nivel federal.
Afortunadamente, cada vez son menos estos tipos de juzgadores y del personal que trabajan con ellos, casados con ideas y formas del pasado.
Los buenos, porque los hay en todos los niveles; buscan no solo la excelencia en su tarea judicial, sino que cada vez adoptan la premisa de ponerse en el lugar de la persona que acude al tribunal a defender sus derechos, propiedades o posesiones. Estos buenos juzgadores, buscan soluciones definitivas evitando juicios futuros y sobre todo, cumplen con la función encomendada que es frenar el abuso de la autoridad, obligando a que se respeten los derechos humanos.
Se gradece lectura y me encuentras en twitter como @abogadotellez que tengas
excelente día.
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