lunes, 16 de diciembre de 2019

Abogados y fiestas decembrinas

Prácticamente desde noviembre y hasta que termina diciembre, comienza un periodo muy caótico para los que ejercen la abogacía.

Aparentemente la segunda semana de diciembre, da la impresión que una vez llegada las vacaciones de los juzgados, las actividades de los abogados también cesan hasta su regreso en enero ¿Cuál es la realidad? Que en muchas de las ocasiones ni vacaciones, ni días tranquilos hay. 

Ciertamente, algunos tribunales dejan de laborar con motivo de su segundo periodo vacacional. Usualmente son los del fuero común o tribunales estatales cuya inactividad suele comprender desde el día 13 de diciembre hasta el 6 de enero, otros del 19 de diciembre al 2 de enero. 

Lo anterior significa que de dos a tres semanas, da pauta para que el abogado tenga que estar en su casa disfrutando a la familia, realizando actividades ajenas a la profesión y en general darse una sacudida de todo lo que tenga que ver con términos procesales, clientes y estrategias legales.

Como dije, la realidad es otra y es que si bien no hay actividades en tribunales estatales, quedan los tribunales federales como juzgados de distrito que no descansan y continúan laborando, corriendo términos y en espera de que se resuelvan los amparos o procesos federales. 

En ese sentido, el abogado continua trabajando sin que con ello quiera sonar a queja, más bien un simple recordatorio de que esta profesión da muchas satisfacciones pero que exige mucho sacrificio como lo puede ser la poca convivencia con la familia o realizar simplemente otras actividades que son tan necesarias para no saturarse o por simple salud mental y física.

Dirán: A ver Óscar, pero si la profesión en sí es caótica y demandante, ¿Qué diferencia hay con otros meses?  

Aunque no lo parezca, si hay una gran diferencia en relación con otros meses, ya que partimos de que por alguna extraña razón a los clientes todo les urge para esas fechas y no antes y juzgados pareciera que sacan en ese momento sentencias que usualmente llevan tiempo en resolver (no faltará el que diga: "isi is muy sibjtivi ¡Priebili! 🙄). También, hay algunas autoridades responsables que dan cumplimiento a sentencias en estas fechas pese a que tienen hasta a enero para hacerlo, con la única finalidad de que se te vaya un término o una manifestación y así hay varios ejemplos.  

Actualmente, en esos casos estoy. En un cumplimiento de sentencia de amparo y en espera a que salgan dos sentencias en otros, ya que aquí se vale todo menos confiarse. Y lo digo, porque el año pasado el mero 24 de diciembre publicaron y notificaron una sentencia fuera de la audiencia constitucional y ahí estamos viendo el recurso de revisión, solo por poner un ejemplo. 

Lo que comento es respecto a los juzgados, pero con los clientes la situación es peor, están los que quieren contratos, asesorías, trámites y todo antes de que termine el año. Sí, lo piden aunque les digas que algunos pedimentos no los obtendrá si no hasta que comience el nuevo año. 

En fin, no es queja porque se hace lo que a uno le gusta. Incluso, agregaría que se llega a costumbrar al grado que te permite organizarte mejor para actuar durante esa temporada.

Si bien este no es un gran post, espero que las líneas a partir de la experiencia, sirva a todo aquel que decide ejercer la abogacía con el objetivo de que no se desanime sino por el contrario, que tenga bien claro que ser abogado no es fácil y que exige más cosas o herramientas que el conocimiento. 

Recuerden, que las recompensas en estas temporadas para algunos colegas, lejos de la compensación económica (que es secundario) por las actividades que podemos realizar, realmente lo son por ejemplo, una sentencia a favor de tu representado, ya que tal vez es la mejor noticia que recibirá. Y créeme que eso, es la verdadera navidad de los abogados. 

Agradezco la lectura y me encuentran en Twitter como @abogadotellez. ¡Felices fiestas!    

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